
¿Qué es el arrendamiento?
El arrendamiento financiero es una alternativa de financiamiento mediante la cual una empresa puede utilizar un activo (como maquinaria, vehículos, equipo médico o tecnológico) sin comprarlo de contado, pagando una renta mensual por su uso.
En lugar de adquirir directamente el bien, la empresa lo renta a través de una arrendadora, con la opción (en algunos casos) de comprarlo al final del contrato.
Esta herramienta permite conservar liquidez, optimizar impuestos y evitar comprometer líneas de crédito bancarias.
📄 Tipos de arrendamiento
1. Arrendamiento Puro
Es un contrato de renta a largo plazo, en el que el cliente utiliza el activo durante un tiempo determinado, pero sin obligación de compra al final del contrato.
Características:
No se registra como deuda bancaria.
El activo pertenece a la arrendadora.
Es 100% deducible para efectos fiscales.
Al terminar el plazo, se puede devolver, renovar o comprar.
Ideal para:
Empresas que quieren tecnología actualizada, renovación de flotilla o flexibilidad operativa.
2. Arrendamiento Financiero
Es similar al puro, pero sí contempla la compra del bien al final del contrato, con un valor residual previamente pactado.
Características:
El cliente asume el uso y los riesgos del bien.
Al terminar, se ejerce la opción de compra.
También puede ser deducible fiscalmente.
Ideal para:
Empresas que saben que querrán quedarse con el activo y desean adquirirlo sin comprarlo al inicio.
3. Sale & Lease Back
Es una figura en la cual la empresa vende un activo que ya posee a la arrendadora, y lo arrienda inmediatamente, obteniendo liquidez sin dejar de usarlo.
Características:
Libera capital de trabajo de activos existentes.
Mejora el flujo sin interrumpir operaciones.
La empresa sigue utilizando el bien como si fuera suyo.
Ideal para:
Empresas que necesitan efectivo inmediato pero no quieren vender o dejar de usar sus activos.
✅ ¿Cuándo conviene tomar arrendamiento en lugar de crédito?
El arrendamiento suele ser la mejor opción en los siguientes casos:
🔹 Cuando quieres conservar liquidez.
No necesitas dar un gran enganche ni usar capital que puedes destinar a otras áreas.
🔹 Cuando buscas deducibilidad fiscal.
Las rentas mensuales pueden ser 100% deducibles, lo que mejora tu carga fiscal.
🔹 Cuando el activo se deprecia rápidamente.
Maquinaria, flotillas o tecnología se renuevan frecuentemente; el arrendamiento evita que te quedes con activos obsoletos.
🔹 Cuando no quieres comprometer líneas de crédito bancario.
El arrendamiento no afecta tu capacidad de financiamiento con otros bancos.
🔹 Cuando no quieres garantías personales.
La garantía es el mismo bien arrendado, por lo que no se compromete el patrimonio del dueño ni de la empresa.
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